SEGUNDA PARTE
Peróxidos utilizados en odontología
Debido a que los pigmentos extrínsecos pueden tener cadenas estructurales bastante complejas de deshacer y de romper muchas veces una profilaxis dental o un pulido superficial no son suficientes para lograr resultados cromáticos deseados; es allí donde se debe recurrir a la utilización de sustancias químicas con una estabilidad estructural característica que ayude a desintegrar progresivamente esas cadenas cromáticas complejas que son las responsables del pigmento oscuro. Esas sustancias químicas son los peróxidos.
¿Cuáles son los peróxidos más utilizados en odontología?
En la industria química existen numerosos tipos de peróxidos como el de acetona o el peróxido de benzoílo, sin embargo a nivel odontológico los más comunes son el peróxido de hidrógeno y el peróxido de carbamida. El primero es tal vez una de las sustancias más utilizadas en el consultorio dental donde generalmente se encuentra en presentaciones comerciales que oscilan entre el 15% hasta el 37%. Este compuesto idealmente debe ser supervisado clínicamente mientras esté en uso y el tiempo de contacto con el tejido dental no debe superar en lo posible los 30 minutos y siempre debe aislarse totalmente los tejidos blandos intra orales y extra orales con el fin de evitar un contacto directo con el producto. Las sesiones con peróxido de hidrógeno pueden realizarse de una a dos por semana recibiendo el paciente de tres a cinco sesiones en total.
El peróxido de carbamida también es muy utilizado en tratamientos de aclaramiento dental. Al ser una sustancia con un comportamiento químico algo diferente al peróxido de hidrógeno los protocolos de uso también varían. La presentación comercial de este compuesto se encuentra entre el 8% y el 16% aproximadamente y a diferencia del peróxido de hidrógeno puede ser manejado por el propio paciente de manera ambulatoria bajo la supervisión del odontólogo. Este agente aclarador generalmente se utiliza con protocolo de cuatro horas al día durante una o dos semanas continuas. A diferencia del peróxido de hidrógeno la carbamida pueda que no genere una sensibilidad tan marcada como con el primero pero a su vez el tiempo total de contacto con el diente debe ser mayor para lograr los objetivos planteados.
¿Es necesario el uso de una fuente lumínica para obtener resultados?
No necesariamente. Existen sistemas de aclaramiento dental donde al activar sus componentes y aplicarlos sobre la superficie del diente es más que suficiente. De hecho en estos sistemas de activación química no existen en algunos casos sustancias foto iniciadoras que requieran el uso de fuentes lumínicas o lámparas para trabajar. La luz emitida por una lámpara (LASER, LED o halógena) solo será efectiva en el agente aclarador si este posee “receptores” que se “estimulen” al tener contacto directo con la luz, de lo contrario no tendría ningún sentido tratar de activar lumínicamente un material odontológico que no esté diseñado para ese fin. Sería como pretender acelerar el proceso de fraguado del yeso o gelificación del alginato con la lámpara de fotocurado del consultorio.
Así pues temas como la sensibilidad posoperatoria tras un tratamiento de aclaramiento, cuidados, riesgos y beneficios del mismo serán tocados en la tercera entrada de este blog.
Dr. Juan Manuel Ramírez
Odontólogo Universidad Javeriana
Rehabilitador Oral CIEO