PRIMERA PARTE
Ya mencionadas las características y propiedades de la silicona de adición como material ideal para el registro detallado de información intraoral, se hablará a continuación del manejo y cuidado sugerido tanto en el consultorio como en el laboratorio dental de una impresión realizada con polivinil siloxano.
- Manejo en consultorio
¿Cómo desinfectar la impresión?
Una vez obtenida una correcta impresión definitiva con silicona de adición el manejo clínico de la misma requiere de ciertas condiciones especiales. La primera de estas condiciones corresponde al proceso de desinfección y bloqueo de agentes que puedan generar una contaminación cruzada.
Los materiales de impresión son agentes retentivos de microorganismos una vez son retirados de boca. Uno de los protocolos más usados para el proceso de desinfección y que genera confianza tanto para el clínico como para el laboratorista es el de sumergir en una solución al 0,5% de hipoclorito sódico o 2% de glutaraldehído durante 5 minutos el registro obtenido. Este paso no afecta significativamente la información obtenida, no la altera y por el contrario evita el transporte de posibles agentes infecciosos de un lugar a otro. También puede encontrarse en el mercado preparaciones listas para ser atomizadas directamente sobre la misma impresión.
¿Cuál es el método de conservación de la impresión?
Una de las principales ventajas del polivinil siloxano es la de su considerable tiempo de espera sin deformarse para la obtención de un modelo. El tiempo en el cual debe obtenerse este modelo está superditado a las indicaciones del fabricante, sin embargo mientras el vaciado se realiza las principales indicaciones estarían dirigidas a conservar la impresión en un lugar fresco (verificando la temperatura y humedad previamente), sin contacto directo con los rayos solares, libre de posibles contactos con otros materiales odontológicos y lejos de accidentales manipulaciones indebidas.
¿Cómo transportar la impresión al laboratorio dental?
Idealmente debería transportarse al laboratorio en un recipiente de paredes rígidas, totalmente opaco (no transparente ni translúcido), que facilite proteger la impresión con elementos que permitan una correcta amortiguación en caso de golpes externos o volcamientos y que genere un selle hermético en para evitar la apertura accidental del recipiente. Así mismo, una etiqueta externa con los datos más relevantes como nombre del clínico, nombre del paciente, fecha de toma de impresión, tipo de material, datos de contacto en caso de extravío y sugerencia de transporte delicado o especial no estaría de más. En caso que el mismo odontólogo decida no enviar la impresión sino el modelo obtenido de la misma, las condiciones de transporte deben ser las mismas.
En la segunda entrega se hablará del manejo en laboratorio de una impresión definitiva con silicona para optimizar las propiedades de la misma.