SEGUNDA PARTE
En la anterior entrega se había hablado acerca de las siliconas como uno de los materiales ideales de impresión a la hora de realizar restauraciones de tipo odontológico. Sus características de trabajo y exactitud generan confianza a la hora de restaurar, sin embargo debe tenerse en cuenta que de los dos tipos mencionados anteriormente; silicona de adición y silicona de condensación, la primera es mucho más confiable que la segunda.
Silicona de condensación
Al igual que la silicona de adición, la silicona de condensación o polidimetil siloxano es utilizada a la hora de realizar restauraciones odontológicas, sin embargo a pesar de ser un material polimérico para registrar información intraoral esta no tiene la exactitud, precisión y confiabilidad de la silicona de adición.
Este material forma como subproductos alcohol y agua y su manejo antes, durante y después de tomar la impresión varía respecto al polivinil siloxano (silicona de adición) ya que entre otras cosas este material requiere espatulado manual (no presenta sistemas de auto mezcla en cartucho como la de adición), debe ser realizado el modelo en yeso de 30 a 45 minutos después de tomada la impresión (con la silicona de adición puede ser realizado días después), Tiene un porcentaje de deformación del 2% aproximadamente (versus 0.1% del polivinil siloxano) y además posee mala estabilidad dimensional y su manejo clínico es menos práctico que la silicona de condensación.
¿Cuál sería la mejor opción a elegir entre ambos tipos de silicona?
Analizando y comparando ambos materiales sin duda alguna la silicona de adición debe ser la opción ideal a elegir a la hora de restaurar. Podría decirse que una de las ventajas de la silicona de condensación es la parte económica, pero este ítem que no tiene cabida alguna cuando se busca una correcta adaptación y adaptabilidad de las restauraciones a realizar.