La retención y complementación intraradicular para tratamientos restaurativos ha sido uno de los temas más investigados y controvertidos a lo largo de la historia de la odontología, no solo por la gran variedad de técnicas para hacerlo sino también por la diversidad de materiales, ventajas y desventajas que cada sistema pueda tener donde el eterno debate ha sido siempre el de saber qué tipo de retenedor usar para cada caso y si debe ser prefabricado o personalizado.
Fundamentos básicos para una retención intraradicular exitosa
Como cualquier otra técnica, la retención intraradicular tiene ciertos requisitos mínimos para que sea exitoso el utilizar el espacio interno de una raíz como soporte. Entre estos se encuentra:
- Relación corono-raíz considerable
- Tratamiento endodóncico de buen pronóstico
- Anatomía intraradicular adecuada
- Remanente dental supragingival de 2 mm o más (efecto ferrule)
- Entrada y salida pasiva del retenedor previa la cementación
- Tejidos periodontales en óptimas condiciones
Independiente del material a utilizar en el sistema de retención interno, los requisitos anteriormente mencionados siempre deben estar presentes ya que la biomecánica y biología oral se basará exitosamente cuando estos se encuentran presentes.
Postes prefabricados
Podría decirse que una de las grandes ventajas de este sistema radica en dos factores: La versatilidad para utilizarlos y el módulo de elasticidad que poseen; sobre todo cuando hablamos de postes de fibra de vidrio por ejemplo, en donde su rigidez estructural es muy similar a la de la dentina favoreciendo el acompañamiento de las fuerzas ejercidas sobre el diente.
Retenedores colados
Tal vez uno de los sistemas más clásicos es el de personalizar un retenedor utilizando un material de fácil y preciso manejo para reproducir una anatomía exacta del canal intraradicular y de la anatomía coronal. Teniendo como ventaja que puede ser escogida una aleación con un módulo de elasticidad similar al tejido dental para acompañar al diente en sus vectores de fuerza.
A grandes rasgos podría pensarse que ambos sistemas serían funcionales y en teoría lo son; aplicando los principios anteriormente mencionados y escogiendo cuidadosamente el sistema a usar ambos generarían confianza para dar un buen pronóstico. Desafortunadamente muchas veces se sobre conceptualiza el término de “retenedor intraradicular” y se cree que cualquier aditamento que penetre en la raíz y sobresalga supragingivalmente puede ayudar a fijar una prótesis y no es así. Deben seguirse siempre las indicaciones de uso para cada caso y no aplicarse una aleación, técnica o tipo de retenedor igual para todos los tratamientos como si una receta de cocina se tratase, de allí la importancia de tener clara la teoría de uno y otro.